Hubo un día una corriente de opinión que quiso democratizar el PSOE y se
aprobaron las primarias para Secretario General donde cada afiliado era un
voto. Esa fórmula ya se había probado para elegir cabezas de lista, con
desiguales resultados.
A esta primera elección a Secretario General mediante este proceso tan
democrático y ejemplar, se presentaron Pedro Sánchez, Eduardo Madina y Perez Tapias.
Dentro de los dos primeros, con más apoyos desde el principio, Eduardo Madina era
la figura más mediática, y conocida. Precisamente por ello, desde Sevilla, se ordenó
apoyar como
aquellos estorninos de “El Intermedio” a Sánchez. Ahora, dos años después
para corregir esa decisión se hace saltar el principal partido de la oposición.
Un conglomerado de opositores, de la élite oligárquica del partido, junto
a un “honorable” ex Presidente del Gobierno y el Grupo Prisa, ha derrocado esta
semana a Pedro
Sánchez. La excusa, no sé sabe. La razón, querer intentar formar un
Gobierno alternativo a la gran coalición, ese Gobierno que las elites no
quieren y cuyos portavoces se han cansado de anunciarlo estas últimas semanas.
Se han pasado por el forro a la militancia (que nunca importa) y la
filosofía de un aperturismo democrático dentro del partido. Ya lo decía la tal Susana
“el partido no sólo es de los militantes”.
El partido ha saltado por los aires, y las consecuencias serán nefastas. La PASOKización del PSOE está cada vez más
cerca y por eso mismo, estoy seguro que no será Susana la que se queme
promulgando la abstención al PP, ni tampoco liderando el partido en unas
terceras elecciones donde los resultados serán dantescos.
Ahora Susana, y todo lo que hay tras ella, ya
ha derrocado a Sánchez, pero ahora tiene que ver cómo promulga la
abstención del grupo (curiosamente liderado ahora por Madina), cómo vende una “libertad
de voto” entre los Diputados, o cómo inmola a algunos para que se abstengan en
la siguiente votación de investidura. Porque Susana no está ahora para dejar su
cortijo, y pelear unas elecciones en las que fracasará estrepitosamente.
Al final, esa facción del PSOE, la de los ERES, la de PRISA, la de las
puertas giratorias, ha ganado la partida. El rumbo del partido, ya no digo
hacia la derecha, sino hacia lo que decidan los poderes establecidos, se ha
puesto esta mañana en Ferraz. Veremos cuánto tarda el iceberg en cruzarse en su
camino.
Cuando la derecha política y mediática aplaude y se satisface con este
movimiento… alguien por ahí, al sur de Despeñaperros debería preguntarse por
qué.
Nada más que decir. Ellos solos lo han destrozado. Lo convirtieron en una maquinaria muy cara, olvidaron por el camino principios básicos y a los que hacen Que esa máquina funcione. Ahora no tienen a nadie que la haga funcionar pero a ellos les da igual porque todos se han brújula do su sitio. D.E.P.
ResponderEliminarPablo te acompaño en el sentimiento.
Carmen no puedo estar más de acuerdo... ha sido un largo proceso que en vez de ir hacia más democracia interna, ha ido hacia un mayor peso de los políticos profesionales, comités, ejecutivas... olvidando al militante y al ciudadano.
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