sábado, 20 de febrero de 2016

El dinero que valoramos (y el que no).

Deberiais probar a coger la cartera de un señor o señora, desconocido y delante de él, obvio, que si no le quita gracia y sacar de su cartera 20 euros. Muy probablemente, al sentirse robado su primera intención, tras algún segundo de duda, será intentar recuperar su dinero, y seguramente propinar algún escarmiento extra. Quiero presumir que ninguno de los sujetos os alentará ni os propondrá para ningun cargo público.
Pero cuando la gente oye, oimos, noticias de corrupción, de saqueos en empresas públicas, de fraudes fiscales, de empresas “donantes” a los partidos, no notan, notamos, esa sensación. No sentimos cómo sacan dinero de nuestra cartera y se lo llevan.
Creo que ninguno lo notamos así y en cierta medida es porque no nos lo cuentan así. Voy a poner un ejemplo, es de un caso del PP, pero os garantizo que es mera casualidad y una clara cuestión de probabilidad.
El otro día conocíamos que el yerno de Villar Mir está siendo investigado por pagar al PP de Madrid 2 millones de euros. El titular, que puede leerse en este link:  “El yerno de Villar Mir pagó comisiones al PP de Madrid”.
Bien, como si un curso de ética periodística, de esos que hacían en el Caiga Quien Caiga, quiero proponer otro titular: “OHL pagó dinero al PP a cambio de adjudicaciones lesivas para cada uno de nosotros”. Sí, es cierto, que como titular es regulero tirando a bastante malo. Pero destacaría mucho más que no es un simple empresario que le da dinero a un partido.
Las contrapartidas son importantes y son billetes que salen de nuestra cartera. No es un empresario que dona dinero a un partido como si fuese el sobre de UNICEF, no. Es un empresario que altera las voluntades políticas para que las licitaciones le sean favorables, aunque su oferta sea más cara o menos eficiente que otra, o de menor calidad.
El dinero público que nos roban, por ejemplo el de BANKIA, no lo vemos como propio. Sólo un puñado de preferentistas van a manifestarse a la entrada de los juzgados de Rato. Los 22.000 millones de dinero público con los que se saneó la empresa salen a 550 euros por cada español, tenga la edad que tenga. Los manifestantes sólo son aquellos de los que el dinero de las preferentes salió directamente de su cuenta corriente, con nombre y apellidos, el resto, hasta en algunos casos se permite ridiculizarlos.
Imaginate que llego y te quito 550 euros de tu cartera. ¿Te manifestarías?

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