jueves, 29 de septiembre de 2016

Alguien debería intentarlo.



Algunas fases de la democracia como este impás absurdo esperando que el PNV necesite del PP para gobernar en Vitoria me desesperan.
Hace un par de semanas la urgencia para formar Gobierno era brutal. Europa, los acreedores y las siete plagas de Egipto se precipitarían sobre España si no se votaba a Rajoy… Ahora ya todo importa una mierda.
El Congreso se desangra entre comisiones y guiños al sol esperando que algo pase.
Y lo que puede pasar son dos cosas: Que los peones de Susana convenzan a algún Diputado del PSOE para que se abstenga o que alguien dé el paso y proponga un Gobierno alternativo.
Pedro, sabes que si no das ese paso, irás directo al tanatorio de la política a la espera de que te entierren en el próximo Congreso que por Andalucía se espera afilando cuchillos… Pero hay que abandonar la idea de que los milagros existen, y de que Ciudadanos y Podemos pueden votarse mutuamente, y abandonar los postulados de la antigua política que Susana, tras recuperar su afonía que le aquejaba las últimas semanas, proclama con eso de que no puede gobernarse con 85 diputados.
Lo que tiene un sistema parlamentario es eso. Que el número de apoyos es más importante que el hecho de obtener uno u otro resultado.
Hay que castigar los cuatro años de nulo diálogo, los de mayores escándalos de corrupción de la democracia, hay que castigar al partido de Rita Barberá y a los que han conseguido que hasta tu propio partido tenga criminalizado a toda una región porque vote nacionalista…
Con el caso Barberá y los juicios por corrupción, el PP no deja de ganar votantes… unas nuevas elecciones no serían buenas para nadie.  Inténtalo Pedro, sin ambages, sin prejuicios… Pero hay que intentarlo con realismo y objetividad. 

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