lunes, 13 de junio de 2016

Buscando enemigos.

El jueves empezó, de nuevo, la campaña electoral de cara al 26J, unas elecciones que aunque sea una frase muy manida, creo que van a ser históricas.
Y me hace mucha gracia, quizá más que la repetición de los argumentos 6 meses después, una dicotomía que se da en los partidos, e incluso en los candidatos, en la búsqueda de los enemigos, aquellos contra los que argumentar la campaña. Se ha demostrado, y seguro que en España más, que las campañas ya no se hacen para sumar adeptos sino para recoger los votos en contra de alguien.
Si bien el “establishment” tiene claro quién quiere que no gobierne, los partidos se debaten entre el sentido comun y la visceralidad. Los ideólogos de las campañas, que se bunkerizan entorno a sus comités electorales, aconsejan a sus peones a atacar allá o acá, centrándose en enemigos que parecen algo equivocados, escudándose en la errática demografía.
De mano, todos atacan a Podemos. Es lógico, la contrapartida contra el cambio real es que todo siga igual y en esta tarea PP, PSOE y Cs están ampliamente de acuerdo. Pero en sus particularidades está la curiosidad.
El PP sabe que los votos que tiene que recuperar son los que se fueron a Cs, pero que para evitar la abstención en sus filas, tan escasa por otro lado, tienen que azuzar el fantásma venezolano-iraní de Podemos. Los pensadores les incitan a instigar a Ciudadanos, por entregar votos de derecha a Sánchez, pero ay, lo que nos gusta  el discurso ese de la unidad de España y la ETA y Maduro y Tsipras.
Ciudadanos al PSOE ni mencionarlo, y aspiran a no perder muchos votos anteriormente populares,  justifican su existencia y sus financiaciones con viajes ridículos a tierras caribeñas y aunque saben que a Podemos es difícil que les arrebaten votos, es realmente lo que les pone.
Y el que más perdido anda, como en los últimos meses, es el PSOE. Se cree capaz de pescar votos en todos los caladeros, pero lo que sabe a ciencia cierta es que lo que tiene que hacer es minimizar la fuga de agua. Así dan golpes a todos, con la misma virulencia, excepto a Ciudadanos, compañeros de viaje en el “engaño a la izquierda” de las investiduras fallidas.
Podemos tiene los enemigos claros, y son la derecha, tanto la azul como la naranja, y al PSOE, la mano tendida. Sabe que su apoyo es imprescindible para poder gobernar.
Pues así va a ser la campaña, señores. Y sobre esas líneas los debates que se den en los medios de comunicación, al final la decisión en menos de 15 días.

No hay comentarios:

Publicar un comentario