sábado, 20 de agosto de 2016

A mis ingenuos amigos votantes de Ciudadanos.


Quiero empezar este post agradeciendo vuestra intención. Habéis venido de muchos sitios, desde la izquierda, desde la derecha, desde UPyD, que visteis como los salvadores y regeneradores de España, y estoy seguro que vuestro voto no fue con maldad, que seguro que una gran mayoría queríais cambio y regeneración en política y se negaba a votar al partido de los formateos del PC de Bárcenas, de la Gurtel, de la Púnica… Pero no os habían contado la verdad.
Os la cuento yo un poco desde los orígenes. Ciudadanos como partido nacional nace de unas palabras del Presidente del Banco Sabadell, por allá por mediados del 2014, que pedía un “PODEMOS de derechas” para recoger los desencantados de la derecha convencional en un partido que no fuese una amenaza para su estatus Un partido que aunque votado por desencantados garantizase que las oligarquías económicas que se reparten España no viesen peligrar ni lo más mínimo sus bien ganados privilegios.
Es en ese momento ante la posibilidad de que Sánchez mirase hacia PODEMOS para formar gobierno, le maniató con unas medidas que tenían bastante de regenerador, bastante de buenas ideas generales, pero que en economía y libertades proponía dejar todo como está. Ese texto proponía reducir los días de indemnización por despido a los trabajadores, no derogaba ni la Ley Mordaza, ni el 135 de la Constitución, ni reforma laboral alguna. La idea era un texto que PODEMOS nunca pudiese firmar. Obviamente sumando 131 escaños, y como todo el mundo sabía, fracasó.

Ahora, con el nuevo escenario, rozando la derecha la mayoría absoluta con 137+32 apoyos, 67 páginas se convierten en 6 medidas. Medidas que son vaguedades, que no hablan de puertas giratorias, ni de reformas laborales, ni de trabajadores, ni de asuntos sociales. 6 medidas que se dividen en 4 obviedades, la reforma de la ley electoral, que hipoteca la gobernabilidad de España, pero favorece electoralmente a Ciudadanos y limitar los mandatos a 8 años, curioso cuando Rivera lleva 13 como presidente del partido. Medidas que se transformarán en un acuerdo y que, hazme caso, no van a tratar nada importante que perjudique a las élites y haga recuperar derechos a la clase trabajadora.
En esta negociación ya la eliminación de las Diputaciones no es importante, ni que decir tiene que no se habla de gasto social, ni del fin del “austericidio”… ya poco importa. Del nunca apoyaremos a Rajoy como presidente, pasamos a colocar 3,2 millones de votos a sus pies, para perpetuar en el poder a un partido corrupto hasta el extremo, y que favorece políticas de desigualdad entre ricos y pobres que van camino de colocarnos en niveles de países centroamericanos
Aquí, estoy seguro, amigo mío, que tú no te sientes cómodo en este escenario, aunque te garantizo que Rivera sí. Supongo que llegará un momento en el que el rollazo de la “Unidad de España” dejará de compensarte esta deslealtad de Ciudadanos, Rivera y el “stablishment” que le apoya, contigo.
Cuando dentro de un par de elecciones, superado el riesgo del desencanto y de voto masivo “podemita”, Ciudadanos se diluya en el PP, estaré esperándote, para explicártelo de nuevo.

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