Quiero empezar este post agradeciendo vuestra intención. Habéis venido de
muchos sitios, desde la izquierda, desde la derecha, desde UPyD, que visteis
como los salvadores y regeneradores de España, y estoy seguro que vuestro voto
no fue con maldad, que seguro que una gran mayoría queríais cambio y
regeneración en política y se negaba a votar al partido de los
formateos del PC de Bárcenas, de la Gurtel, de la Púnica… Pero no os habían
contado la verdad.
Os la cuento yo un poco desde los orígenes. Ciudadanos como partido
nacional nace de
unas palabras del Presidente del Banco Sabadell, por allá por mediados del 2014,
que pedía un “PODEMOS de derechas” para recoger los desencantados de la derecha
convencional en un partido que no fuese una amenaza para su estatus Un partido
que aunque votado por desencantados garantizase que las oligarquías económicas
que se reparten España no viesen peligrar ni lo más mínimo sus bien ganados
privilegios.
Luego vinieron las elecciones de diciembre y los
90 diputados que predecían las encuestas realizadas y publicadas por empresas
del sistema, quedaron en 40.
Es en ese momento ante la posibilidad de que Sánchez mirase hacia PODEMOS
para formar gobierno, le
maniató con unas medidas que tenían bastante de regenerador, bastante de
buenas ideas generales, pero que en economía y libertades proponía dejar todo
como está. Ese texto proponía reducir los días de indemnización por despido a
los trabajadores, no derogaba ni la Ley Mordaza, ni el 135 de la Constitución,
ni reforma laboral alguna. La idea era un
texto que PODEMOS nunca pudiese firmar. Obviamente sumando 131 escaños, y
como todo el mundo sabía, fracasó.
Ahora, con
el nuevo escenario, rozando la derecha la mayoría absoluta con 137+32 apoyos,
67 páginas se convierten en 6
medidas. Medidas que son vaguedades, que no hablan de puertas giratorias,
ni de reformas laborales, ni de trabajadores, ni de asuntos sociales. 6
medidas que se dividen en 4 obviedades, la reforma de la ley electoral, que
hipoteca la gobernabilidad de España, pero favorece electoralmente a Ciudadanos
y limitar los mandatos a 8 años, curioso cuando Rivera lleva 13 como presidente
del partido. Medidas que se transformarán en un acuerdo y que, hazme caso, no
van a tratar nada importante que perjudique a las élites y haga recuperar
derechos a la clase trabajadora.
Y para colmo, aceptan y aplauden que la fecha solicitada para
el pleno de investidura, se coloque para que las terceras elecciones sean el 25
de diciembre.
En esta negociación ya la eliminación de las Diputaciones no es
importante, ni que decir tiene que no se habla de gasto social, ni del fin del “austericidio”…
ya poco importa. Del nunca apoyaremos a Rajoy como presidente, pasamos a
colocar 3,2 millones de votos a sus pies, para perpetuar en el poder a un
partido corrupto hasta el extremo, y que favorece políticas de desigualdad
entre ricos y pobres que van camino de colocarnos en niveles de países
centroamericanos…
Aquí, estoy seguro, amigo mío, que tú no te sientes cómodo en este
escenario, aunque te garantizo que Rivera sí. Supongo que llegará un momento en
el que el rollazo de la “Unidad de España” dejará de compensarte esta
deslealtad de Ciudadanos, Rivera y el “stablishment” que le apoya, contigo.
Cuando dentro de un par de elecciones, superado el riesgo del desencanto
y de voto masivo “podemita”, Ciudadanos se diluya en el PP, estaré esperándote,
para explicártelo de nuevo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario