lunes, 6 de noviembre de 2023

Cómplices de la masacre de un pueblo.

 Hace mucho que no colgaba un post por aquí. Mala costumbre eso de entregarse a las redes de los 140 caracteres o similar. Pero, aunque no está muy claro cual es el futuro de estas líneas que lanzamos al ciberespacio, no puedo dejar de al menos dejar por escrito unas palabras sobre un genocidio que estamos viendo en directo y la vergonzosa inacción de occidente.

Dentro de las cosas me gustaría compartir es compartir que no me queda más remedio que pasar las fotografías y los videos que me llegan a través de múltiples estímulos mediáticos perdiendo la mirada en el infinito. No puedo ver tanta imagen de la masacre, el sufrimiento y el dolor de un pueblo que está viendo como los 70 años de asedio pasado se están magnificando a tiempo real en las últimas semanas.

Me cuesta no poner la cara de mi hijo a cualquier niño tembloroso, inconsciente o calcinado que aparece en esos videos y me genera una tristeza extrema. Empezando por esto, no entiendo la falta de empatía de occidente. Mucho menos que alguien, quien sea, y por los intereses que sea, justifique esta matanza. 


 

Y la justificación está en muchos niveles. Justificarla es no condenarla, justificarla es no retirar el apoyo diplomático, económico o militar a un estado que está exterminando a la población de un país vecino sin ningún pudor, justificarlo es ser tan miserable como para otorgar la Medalla de Oro de Madrid a ese estado exterminador.

Puedo presumir de que mi entorno es muy heterogéneo en lo ideológico, y afortunadamente me consuela que aún no he oído ninguna palabra de apoyo ni de descargo relativa a esta barbarie. Pero esto aun me preocupa más, porque desoyendo el clamor popular son decisiones que se toman en la moqueta de los despachos oficiales.

¿Qué puede hacer que los gobernantes occidentales estén presenciando esto y ni siquiera hayan tenido el valor de ser radicales en la repulsa, la condena y el intento denodado de parar  este destrozo al pueblo palestino? No tener la respuesta me sorprende y me aterra.

Todos sabemos que un par de muertos blancos en un huracán en Alabama valen mucho más que cientos de palestinos asesinados bajo las bombas fabricadas en nuestras propias fábricas, pero me rebelo contra esto y lo personalizo, Europa como entidad y sus países de forma individual están haciendo el ridículo.

El comportamiento de occidente de estas semanas nos avergonzará en el futuro. Nos avergonzará ver las imágenes de cómo se ignoró, apoyó y hasta se alentó acabar con la vida de decenas de miles de personas, hombres, mujeres y niños, cuyo único error que habían cometido es nacer un poco hacia el este de donde estamos ahora.

¡Parad el holocausto palestino, ya!

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