jueves, 12 de abril de 2018

Terrorismo eres tú.


O tú o tu entorno. No te equivoques… igual a ti, amigo mío, que rondando la cuarentena por arriba o por abajo, y que nunca te vas a meter en ningún follón, que te será suficiente lo de trabajar, salir y opinar sin estridencias, nunca te lleguen a acusar de terrorismo… pero confío en que dejes algo de ti en tus hijos y tus nietos y a ellos igual sí…
Igual ellos se hacen titiriteros, o raperos, o se encierran contra los desahucios, o cuando vayan a la universidad protesten porque hay requerimientos académicos de primera y de segunda para conseguir los títulos… Entonces igual a tu hijo rapero, twitero, artista o reivindicativo le llegará un día una citación judicial o se presentará la Guardia Civil en su casa y será portadas de medios de comunicación alternativos, escondidos casi clandestinos. Le acusarán de querer subvertir la democracia, de ir contra la Constitución o simplemente de ser diferente.
Entiendo que estéis socialmente cómodos, todos estamos cómodos, yo lo estoy, o al menos lo podría estar… Pero es complicado no pensar, no leer, no hacer un juicio crítico y no asombrarse de que a mi alrededor tenga personas cercanas, amigos, conocidos, compañeros que vitorean y estén más que contentos por ver cómo a una persona se le priva la libertad sólo porque piense diferente y/o se manifieste pacíficamente (entiendo como pacífico el no hacer daño) por ello, porque se enfrente a “lo establecido”.

Aplaudes a los que detienen y encarcelan a los que resisten sin hacer daño a nadie y te importa una mierda que se estén rescatando autopistas de peaje de tapadillo
Creo que no te enteras, pero que te lo diga yo, te da igual, estaré contigo y te lo explicaré de nuevo, cuando te lo vengan a contar tus hijos.